Velocidad y rivalidad. Dos palabras que se convierten en puro combustible cuando hablamos de acción. Por ello la adrenalina que desprenden las carreras de coches no han pasado inadvertidas en el cine. El ejemplo más actual llega con el estreno de Speed Racer , de los hermanos Wachowski.
Recordar que incluso algunos actores míticos, como Paul Newman o Steve McQueen , quisieron compartir su pasión por los bólidos en la gran pantalla, negándose incluso a usar un doble para las secuencias más arriesgadas sobre ruedas de las películas que protagonizaron.
Te invitamos a un recorrido de lo que ha deparado el tema a lo largo de la historia del cine.
Pioneros y años sesenta
Después deberemos esperar hasta los sesenta. En esta década empezaron a ser todo un filón y además para grandes producciones. El mismo Howard Hawks dirigió Peligro... Línea 7000 (65). Pero entre las que apostaron fuerte están la disparatada y espectacular La carrera del siglo (1965), de Blake Edwards y protagonizada por Tony Curtis , Natalie Wood y Jack Lemmon , que llegó a inspirar una célebre serie de animación de Hanna-Barbera: Los autos locos. Tambén destacó Grand Prix (1966), con James Garner .
Comediantes y atrevidos
O El rally de Montecarlo (1969), que llevó la coletilla en su título aquí de "y toda su zarabanda de antaño", del británico Ken Annakin que cuatro años antes había triunfado con otra alocada propuesta de título rimbombante, pero centrada en una competición de pioneros de la aviación: Aquellos chalados en sus locos cacharros . Por su parte, Paul Newman era un arriesgado corredor en 500 millas (1969) y Steve McQueen un piloto que acaba de superar un accidente pero se prepara para volver a la cima en Las veinticuatro horas de Le Mans (1971).
Los setenta
De vuelta a la comedia, más éxito conocieron Locos al volante (1976), en su variante muy popular de carreras de coches ilegales, y especialmente Los locos de Cannonball (1980), con Burt Reynolds y la rubia ex ángel de Charlie Farrah Fawcett inmersos en una prueba sin normas a seguir.
De Tom Cruise a Pixar
Al año siguiente, en el 2001, una de cal y otra de arena. Sylvester Stallone se estrellaba en taquilla con Driven ; mientras que A todo gas , con Vin Diesel (haciendo honor a su apellido), se erigía en uno de los éxitos sorpresa del verano, originando dos secuelas.
Pero uno de los títulos más relevantes de los últimos años ha sido en el terreno de la animación con Cars (2006), de John Lasseter . Ese mismo año, el cómico Will Ferrell lograba un inesperado taquillazo en los Estados Unidos con la parodia Pasado de vueltas. Y en la pasada temporada, el mismo Quentin Tarantino , en su homenaje a las películas de género B de los setenta, también dedicaba un guiño al género en Death Proof .
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